Para conseguir una buena hipoteca gestionada por un intermediario
hipotecario, es importante tener en cuenta diferentes factores: tipo
de trabajo, antigüedad, años cotizados en la seguridad social,
ahorro, ingreso en nómina, préstamos adquiridos por el cliente
previo a la solicitud de la hipoteca.
Hoy en día y con la reforma recién estrenada de la nueva ley
hipotecaria, se va encareciendo cada vez más el acceso a la
vivienda, especialmente para aquellos sectores más vulnerables
económicamente hablando.
Es interesante que desde distintos colectivos y asociaciones, se
habla de que la nueva ley favorecerá la transparencia así como la
ausencia de abusos por parte de las entidades bancarias. Sin
embargo, esta premisa lo que hace es culpar directamente y sin
cuestionamientos a una de las dos partes necesarias en cualquier
concesión de préstamo hipotecario: el banco. Sin preguntarse, cual
es la responsabilidad del cliente que acepta en algunos casos unos
niveles de endeudamiento difíciles de soportar.
Es importante por otro lado aceptar de una vez por todas el hecho
de que el dinero está en poder del banco, lo cual implica que, en un
mercado como el nuestro, ni el banco ni tampoco ninguna empresa
va a dar dinero a cambio de nada, es decir, que si el banco presta
10, lo que pretende es recuperar 15, y no perder 8 por el camino.
Pues bien, la reforma de la ley, obliga a las entidades bancarias a
no ejercer ninguna vinculación para con el cliente, como las que
venía tramitando hasta ahora: seguro de vida, seguro de hogar,
tener las nóminas en la cuenta del banco que concede la hipoteca,
o los recibos de la futura casa. Por supuesto que en estas
circunstancias, la decisión del banco es, que si no hay vinculación
por parte del cliente, el tipo de interés dejará de estar bonificado, y
volverá a un tipo normal.
Por ejemplo:
-Tipo de interés de una hipoteca bonificada (con
seguro de vida, hogar, nóminas y recibos de gas, Internet, tarjetas
de crédito…): Euribor + 0.99%
-Tipo de interés de una hipoteca sin bonificar (es decir, sin ninguna vinculación):
Euribor + 1,99%
La trascendencia de este cambio no es baladí. Pues, también la ley
impone el máximo de endeudamiento de un cliente. Y pasar de un
tipo de interés a otro, puede hacer que una persona acceda o no a
la financiación hipotecaria.
Vamos a poner un ejemplo para entenderlo mejor:
-VALOR DE LA VIVIENDA: 100.000 EUROS.
-Porcentaje máximo de endeudamiento de un cliente: 30% de sus
ingresos mensuales.
-Ingresos de una persona promedia española: 1.000 euros
mensuales (su endeudamiento máximo permitido es de 300 euros al
mes, 30%).
-Letra con una hipoteca bonificada: 280 euros mensuales. En este
caso el cliente tiene acceso a la compra del inmueble.
-Letra con una hipoteca sin bonificar al amparo de la nueva ley: 410
euros. En este caso, al exceder el máximo de endeudamiento legal,
el cliente ya no puede comprar la vivienda.
Este es el verdadero germen que justifica una caída de casi un 20%
en la concesión de hipotecas, desde la aplicación en el mes de junio
de la nueva normativa hipotecaria.
Existe a nuestro modo de entender, un problema raíz en la sociedad
española, y es la aceptación de trabajos precarios, con bajos
ingresos y un mercado de la vivienda con grandes variables entre
los lugares más despoblados (y con más tasa de paro), en el que el
precio de la vivienda ha descendido, y localidades con una
población más concentrada (en los que el precio de la vivienda no
para de subir), y cuya población tiene salarios de miseria, que
apenas les permite llegar a final de mes.
Aún con todas las limitaciones, que se presume que es para
proteger al cliente, pero que podemos demostrar que no es así.
Sambal inmobiliaria consigue financiar lo que tu banco no te da y
hasta el 100% del valor de la vivienda, y continúa trabajando para que cada día más personas tengan acceso a una vivienda.
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